Política
Entiendo la Política
como aquella actividad humana que
consiste en el ejercicio responsable
del poder obediencial en pro de los intereses comunes de la Humanidad.
Para comprender el contenido de la anterior afirmación es
necesario explicar cada uno de los términos esenciales que la componen y que se
encuentran resaltados en letras negritas.
La Política es una actividad humana, por cuanto que la
desarrolla el ser humano por sí y para sí, como tal, es apenas una de entre
muchas otras actividades, por ejemplo, la económica, la deportiva, la cultural,
etc. No debe confundirse la Política con cualquier otra actividad, aunque bien
es cierto que las actividades humanas se encuentran interrelacionadas de tal
modo que pueden determinarse unas a otras, por ejemplo, la democracia capitalista
no será igual a la democracia socialista, etc. La importancia en la distinción
de la Política respecto de otras actividades es fundamental para conocer sus
mecanismos detonantes, desarrollantes y terminantes.
Del mismo modo que toda actividad humana, la Política se
ejerce, es decir, se lleva a cabo. No se postula ni se decreta sino que como
tal actividad es acción, movimiento, voluntad expresada materialmente. No es un
aspirar, un desear o un querer sino un hacer, no es interpretar o decir de algo
sino efectuar externo. La cuestión relativa a los principios y fines está implícita
en el hacer, de allí que comienza por ser un hacer responsable, esto es,
asumido a consciencia, con conocimiento y pleno uso de la razón. La Política no
es un accidente ni algo contingente, es algo que se hace queriendo hacerlo y
por ello evadirse es lo opuesto de responsabilizarse. La Política no es evasión
sino asunción, positiva consciente.
En cuanto al poder, éste no significa dominación sino capacidad
de efectuar. El que tiene poder es el que efectúa tal o cual cosa porque es
capaz de ello. Puedo, es decir, soy capaz de efectuar. Sí se puede, o sea, sí
se tiene la capacidad de hacer tal o cual. Como ya dije antes, no es dominación
y para resaltar ésta característica, el poder a que me refiero es obediencial,
esto quiere decir que cumple con un mandato. El que ostenta el poder, o sea, el
que tiene la capacidad de efectuar no actúa, en la Política, por su propio
arbitrio sino que obedece, cumple un mandato, mandato que viene dado por la Comunidad
Humana a la que se sirve bajo criterios determinados por los intereses comunes.
Cuando hablo de intereses comunes digo que no es un único
interés sino varios intereses, pero comunes, o sea, no generales sino comunes. Decir
que algo es general implica un abarcar incompleto, en cambio algo común implica
un abarcar universal. Pongo un ejemplo, un interés general puede ser el deporte,
la lectura, el teatro, sin embargo, ellos son expresiones de un interés común:
el esparcimiento. Los intereses comunes vienen dados por la propia naturaleza
humana en la forma de necesidades esenciales.
Finalmente, con el término Humanidad me refiero a la
Comunidad Humana, hombres y mujeres que pueblan este planeta, que se congregan
en distintos niveles y órdenes, pero que componen partes integrantes de la
sociedad cada día más global. Desde un caserío hasta el mundo entero, pasando
por villas, pueblos, ciudades, países y regiones, todos componen partes de la
Comunidad Humana, origen y destino de las actividades por sí y para sí, ni más
ni menos que la Política.
Antonio Degante
23/07/2015
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