Notas rápidas sobre cuestiones internacionales

Leo en el diario progresista de México un par de notas sobre temas internacionales. La primera nos describe una imagen en la que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff asume el poder rodeada por personajes políticos acusados de corrupción y nos dice que esto es así y no pudo ser de otra manera por la forma en que está diseñada la política de aquel país.

La segunda nota, escrita por un estadunidense de apellido Kennedy, nos habla de su propia proyección contra el gobierno de Cuba al tiempo que critica, por decirlo duramente, la fallida política de los Estados Unidos contra Cuba, cifrando sus esperanzas de liberación para la Isla en la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Este par de notas me parecen, cuando menos, insuficientes en su análisis, aunque en el caso de la segunda se dejan ver claros prejuicios míticos de antaño y por lo tanto meras falsificaciones.

Es cierto que Brasil no pasa por su mejor época política, pero la insuficiencia del análisis, de todo análisis sobre Brasil, pasa por ignorar que esa política que se está desarrollando en Brasil es exactamente la misma política que en México ya es cotidiana y que es más visible cuando quien la fomenta, promueve y practica es un partido político “de izquierda”, como sería el caso del PRD mexicano.

¿En qué consiste ese modelo político fallido? En el uso y abuso de las posiciones políticas (públicas) para beneficio de los intereses personales (privados). En el uso y abuso de las posiciones políticas (públicas) para beneficio de los intereses económico-empresariales (privados). En el divorcio o separación real y efectiva entre la representación del poder (los políticos, el aparato gubernamental) y la sede del poder (el soberano: el pueblo).

Sí, Brasil fue ejemplo de desarrollo económico (lo que sea que esto signifique) para América Latina; pero que a estas alturas, no se confunda nadie, la política brasileña se parece cada vez más a la política que en México ha producido el actual estado de crispación social; no sin razón usaron a Petrobras como ejemplo para “modernizar” PEMEX. Así que, si cae Brasil, no cae el ejemplo de una política progresista “de izquierda”, lo que caerá será el mismo modelo fallido de política que hoy es vigente en México. Más vale que eso se tenga seguro y por descontado.

En cuanto a Cuba, el embargo económico que durante 60 años ha pesado sobre la Isla fue impuesto por los Estados Unidos de manera unilateral, en respuesta a la expropiación de bienes privados de ciudadanos estadunidenses con negocios en Cuba por parte de la Revolución Cubana. Es muy importante saber esto porque solo así puede empezar a explicarse el exceso que significa un embargo económico unilateral de 60 años de duración de un país contra otro. No hablamos de cualquier país, hablamos de los Estados Unidos que nadie duda que sea el país potencia mundial número uno desde, por lo menos, el año del fin de la Segunda Guerra Mundial. El otro país es una Isla.

Ahora bien, tampoco hay duda de que un proceso Revolucionario es necesariamente un movimiento social cuyo fundamento es el propio Pueblo, único Soberano capaz de decidir, iniciar y llevar a cabo un proceso tal: la Revolución.

¿Acaso unos cuantos bienes privados (cuyo fruto social era para beneficio privado) expropiados por la Revolución (para beneficio del Pueblo cubano) justifican un embargo económico por parte de un país potencia que dura ya 60 años contra la Isla de Cuba? Obviamente no.

Es insultante que todavía hoy se piense que la crisis económica en Cuba sea producto del “marxismo” o de la “dictadura”, cuando las relaciones económicas cubanas han estado determinadas por el embargo económico, al impedir que Cuba pueda obtener de manera normal todos aquellos medios de producción que no posee, incluso, impiden que Cuba pueda obtener los materiales para crear sus propios medios de producción.

Y sin embargo, Cuba se mueve. El propio escribidor yankee reconoce los logros de la Isla en materia educativa, alimentaria y de salud. Sin el embargo económico es seguro que Cuba sería todavía mejor, pues de la misma manera que garantizó la educación, la alimentación y la salud habría garantizado el trabajo, la vivienda y la propia economía con todos los satisfactores que durante 60 años le han estado negados a Cuba por el Comercio Mundial.

Afortunadamente el diario que publica todas estas cosas es el diario progresista de México, no quiero imaginar qué cosas se publican en otros diarios.

AntonioDegante

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