Estimado Fernando Belaunzarán



Disculparás la hipocresía de llamarte estimado, lo hago por mera cortesía política. No pretendo asumir la vocería de morena ni mucho menos la defensa de López Obrador, prefiero que sean sus actos concretos los que respondan a toda crítica fundada o infundada en su contra. Sin embargo, sí quiero hacer algunas observaciones puntuales a título personal respecto de la carta pública que se ha difundido bajo tu firma a través de algunos medios de comunicación. 
 
Es falso que López Obrador haga la guerra contra el PRD, tu partido ni siquiera aparece mencionado con regularidad en sus discursos públicos. Quizás te sea difícil aceptar que fue precisamente de la mano de López Obrador que tu partido obtuvo los mejores rendimientos en términos electorales, basta revisar su gestión como presidente del partido durante 1996-1999, periodo en el cual el PRD alcanzó a ser la segunda fuerza política en la Cámara de Diputados, además, durante la gestión de López Obrador al frente del PRD se ganaron las primeras gubernaturas para ese partido: Zacatecas, Tlaxcala y Baja California Sur, sin olvidar, por supuesto, el triunfo en el Distrito Federal. Si algo ha logrado López Obrador es la unidad de la izquierda, pero no de la nueva sino de la real izquierda política. Lo que descalifica a la “nueva izquierda” no son las palabras de López Obrador sino los propios actos que ella lleva a cabo, por ejemplo, la firma del Pacto por México o la aprobación de la Reforma Fiscal peñista. Se te olvida decir que López Obrador a quien sí ha combatido denodadamente durante toda su vida política es al régimen de corrupción; es lamentable que tú, en cambio, hayas dedicado tus años recientes a combatir de distintos modos a López Obrador y a sus simpatizantes incluso con insultos denigrantes, despreciativos y discriminatorios, motivo por el cual hasta el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) te llamó la atención. Los epítetos que con regularidad utilizas contra los simpatizantes de López Obrador además de despreciativos denotan un redomado odio irascible digno solo de quien carece de argumentos y razón, ya no digamos de autocrítica. 
 
Perdón, pero, hasta hoy, nadie ha sido capaz de demostrar que López Obrador haya participado en actos indebidos, ilegales o de corrupción y eso que tiene muchos adversarios y enemigos, abiertos y encubiertos. A lo más que han llegado es a intentar atribuirle los actos de terceros, como tú bien lo haces al referir a su supuesto “primer círculo” (con seguridad te refieres al trío Bejarano, Ahumada, Ponce); pero ¿acaso te has preguntado por qué no ha funcionado el intento de acusar a López Obrador por los actos de terceros? En primer lugar, porque es imposible lógica y materialmente que los actos propios y voluntarios de una persona sean cometidos por otra persona distinta que desconoce tales actos. En segundo lugar, porque las personas mencionadas han sido investigadas, acusadas, detenidas, consignadas, juzgadas y sentenciadas por los delitos que han cometido, comprobándose así, que López Obrador no tuvo absolutamente nada que ver en tales delitos. Lo anterior constituye apenas una pequeña muestra del tipo de hechos que acreditan la honestidad e integridad ética de López Obrador y le otorgan autoridad moral, no meramente para señalar a los corruptos sino sobre todo para luchar contra el régimen de corrupción que sólo los ciegos y los cómplices no ven. 
 
No se me olvida mencionar dos cosas. La primera, que resulta inexacto atribuir solo al PRD la defensa de López Obrador durante el desafuero, como también es inexacto afirmar que el PRD hizo posible que llegara a Jefe de Gobierno. Para cualquiera que haya participado en la movilización popular cívico-política en contra del desafuero resultará evidente que no fue el PRD quien hizo la mayor ni la mejor defensa de López Obrador, sino, como lo dije, fue la propia movilización popular cívico-política, en la que el PRD jugó un papel bastante secundario, la que obligó al gobierno federal a recular de su fallido intento por acabar con la vida política del tabasqueño. Del mismo modo, fueron las masas populares las que posibilitaron que López Obrador llegara a Jefe de Gobierno, pues sin él o a pesar de él (el PRD), López Obrador habría ganado incluso bajo las siglas de otro partido político, aunque lo lógico, natural y obvio era que el PRD postulara a quien acababa de ser su presidente nacional y que le dio los mejores resultados de su historia como ya lo señalé líneas arriba. 
 
La segunda cosa que no olvido mencionar es sobre los videoescándalos, cualquier interpretación sobre dicho asunto que omita referir el contexto histórico-político y el modo en que se hicieron públicos dichos videos será, por decir lo menos, inexacta. La ley establece claramente que cualquier persona que tenga conocimiento de un hecho posiblemente constitutivo de delito debe hacerlo saber a la autoridad competente a efecto de que sea investigado y sancionado. En el caso de Bejarano, Ahumada y Ponce hubo al menos tres personas que omitieron denunciar: a) la que fue víctima del acto de corrupción, b) la que filmó el acto de corrupción y c) la que distribuyó la filmación a los medios. No obstante, en cuanto el Gobierno del Distrito Federal, encabezado por López Obrador, tomó conocimiento de los actos abrió las investigaciones correspondientes (aunque Ahumada ya era investigado antes de los videos, Ahumada mismo confesó haber vendido los videos a cambio de protección). Nuevamente he de reiterar que los sujetos involucrados fueron investigados, acusados, detenidos, consignados, enjuiciados y sentenciados, demostrándose que López Obrador no tuvo nada que ver en los ilícitos, eso no lo mencionas, como tampoco mencionas la corrupción real y la impunidad efectiva de Enrique Peña Nieto y su círculo íntimo de familiares, amigos y compadres, tal vez no lo mencionas porque tu tema es (ha sido) atacar a López Obrador. 
 
Si no presentas pruebas de que los eventos de López Obrador han sido onerosos, entonces estas mintiendo. En cuanto al financiamiento, tus propios compañeros del PRD afines a morena y a López Obrador te podrían dar algunas pistas; muchos de los recorridos y eventos fueron costeados con donaciones producto de los sueldos de algunos legisladores cercanos a morena, otros más fueron costeados mediante aportaciones de la militancia, me consta que algunos militantes de morena dedicados a la organización de eventos sociales han contribuido gratuitamente con sus recursos materiales: sillas, lonas, sonido, alimentación e incluso transporte y hospedaje, todo esto ha sido público y del conocimiento de todos cuantos rodean a López Obrador, incluyendo reporteros y empleados del CISEN, si hay alguien que se encuentra constantemente bajo el escrutinio público y gubernamental es López Obrador, si existiera alguna prueba, aunque fuera mínima, de financiamiento indebido u oneroso, ya se habría publicado en la primera plana del mismo diario que publicó tu carta o en algún noticiero estelar, mínimo en alguno conducido por algún payaso. 
 
Parece normal que un diputado de tu clase actúe como un auténtico Tartufo, o ¿cómo se le puede llamar al hecho de que omitas referir los argumentos esgrimidos por los diputados afines a morena que votaron en contra de las leyes que mencionas? Solo un diputado que actúe por consigna se atrevería a omitir los argumentos que motivan el voto a favor o en contra de cualquier iniciativa. Por cierto que la propia sociedad civil puede dar cuenta de las modificaciones sustantivas y diferencias entre las iniciativas presentadas y las leyes aprobadas, de otro modo ¿qué credibilidad podría tener alguien que, como tú, omite los argumentos que motivan las decisiones políticas? Ni qué decir de las absurdas conclusiones que sacas sobre la bipolaridad, la ortodoxia y la pleitesía, ello solo refleja la superficialidad de tu ridículo ataque. 
 
Solo un bulto que haya permanecido en coma durante los últimos quince o veinte años ignoraría el motivo real por el cual López Obrador es la savia que da fuerza al partido político morena. Es lógico, casi natural, y esperable, que el principal actor político de la izquierda tenga las mayores aspiraciones políticas, además de ser un derecho de todos los mexicanos, López Obrador reúne las características objetivas y subjetivas que le permiten aspirar sin ser aspirante, o mejor, ser el candidato deseable aún a pesar de su voluntad y a pesar de la voluntad de sus odiadores abiertos y encubiertos. Una de las principales tareas de cualquier liderazgo político y/o social, como es el caso de López Obrador, es el acompañamiento e impulso del proyecto político y/o social que encabeza, lo que quiere decir, contribuir al engrandecimiento y fortalecimiento del partido o del movimiento, para ello es indispensable e inevitable la actividad pública del liderazgo de que se trate independientemente de sus aspiraciones electorales. La ley electoral no está diseñada específicamente para impedir las aspiraciones de López Obrador, aunque así lo parece, lo que acontece es que se quiere hacer coincidir el texto legal con la actividad pública de López Obrador. El que López Obrador pueda ser candidato de morena en 2018 es un hecho contingente, es decir, puede no suceder, lo que constituye un primer criterio de inaplicabilidad de la norma electoral sobre actos anticipados de campaña, sancionar un hecho contingente no solo sería absurdo sino además violatorio de derechos humanos.  
 
Por otra parte la ley electoral, a pesar de todo, pretende ser precisa al referir qué es un acto anticipado de campaña, me permito transcribir la parte sustantiva: “… se entiende por: a) actos anticipados de campaña: los actos de expresión… fuera de la etapa de campañas, que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de una candidatura o un partido, o expresiones solicitandoapoyo para contenderpor alguna candidatura o para un partido político. De lo cual se desprenden dos hipótesis, primera: que un acto anticipado de campaña para que sea tal debe contener un llamado expreso al voto, o sea, un llamado explícito, por ejemplo, “vota por…” o “no votes por…”, además tiene que referirse a una candidatura –la ley no especifica qué debe entenderse por candidatura o a un partido político, es decir, si no existe un llamado explícito del tipo “vota por…” o “no votes por…” o si existiendo éste no se refiere a una candidatura ni a un partido político, entonces, no se actualizan los supuestos de ley y por lo tanto la ley electoral es inaplicable. La segunda hipótesis se refiere a las expresiones solicitando apoyo para contender por alguna candidatura o solicitando apoyo para un partido político, pero no aclara si tales expresiones deben ser explícitas o no, independientemente de ello, la solicitud de apoyo debe referirse a la intención de obtener alguna candidatura, a eso se refiere la frase “para contender… por alguna candidatura”, o bien debe referirse a un partido; si la solicitud de apoyo no se refiere a la intención de obtener una candidatura o no es para un partido, entonces no se actualizan los supuestos de ley, por lo tanto la ley es inaplicable. 
 
En el caso concreto de López Obrador, no se cumple el supuesto del llamado explícito al voto a favor de “su” candidatura (se entiende que la de 2018), sí existe un llamado al voto, pero es a favor de morena dentro de la actual etapa de campaña (2015), se entiende que el llamado expreso al voto se refiere a las candidaturas de 2015 en el marco de la campaña en curso. Si a esto sumamos el primer criterio sobre el hecho contingente, queda claro que López Obrador no está haciendo ningún llamado expreso a favor de “su” candidatura (se entiende que la de 2018) ni tampoco está solicitando apoyo para contender por alguna candidatura contingente sino que está llamando a votar por las candidaturas vigentes 2015 entre las que no se incluye la suya hipotética y contingente de 2018. López Obrador no viola la ley, la ley electoral es inaplicable al caso específico de López Obrador. 
 
A diferencia del Partido Verde que sí viola dolosa, sistemática y reiteradamente la ley electoral, López Obrador actúa en estricto apego a los marcos legales, aunque claro está que los actuales encargados de cumplir y hacer cumplir la ley (INE y TEPJF) se encuentran entre quienes adversan abierta y encubiertamente contra López Obrador y morena. No me sorprendería una interpretación absurda y violatoria de derechos humanos contra López Obrador, con tal de impedir su posible candidatura en 2018, una reedición del desafuero. 
 
Nuevamente incurres en una imprecisión al referirte al “movimiento antisistémico” que impulsa el boicot electoral. Si tu tentativa de análisis fuera seria, tendrías que reconocer el verdadero origen de dicho movimiento el cual no surge ni tiene nada que ver con las opiniones de López Obrador sino cuyo origen se encuentra en la incapacidad gubernamental para dar respuesta a exigencias concretas, no se te olvide que son principalmente dos grupos los que alimentan dicho movimiento: Ayotzinapa y la CETEG. Además vuelves a insistir sin pruebas (¿acaso otra mentira?) que López Obrador no respeta leyes ni instituciones, ¿entonces cómo se explica el proceso de creación de morena sino mediante el cumplimiento de la ley y el respeto a los procedimientos institucionales (morena mismo es una institución, además legal)? Enseguida pretendes cuestionar la convicción profundamente democrática de López Obrador, además confundes democracia con derecho a disentir, pero más allá de tu confusión, una cosa es disentir y otra muy distinta ejecutar acciones perniciosas contra el demos (pueblo), por lo tanto, antidemocráticas. López Obrador no está contra el derecho a disentir sino contra las acciones antidemocráticas, por ejemplo el Pacto por México firmado por el PRD. 
 
Te equivocas, aunque sé que lo haces deliberadamente, es decir, eres falaz, cuando dices que López Obrador es representativo y emblemático del sistema político mexicano al tiempo que lo pretendes comparar con la clase política que combate. Sabes que no es lo mismo sistema político que clase política, por eso es falaz tu afirmación. El sistema político se refiere a la totalidad, la clase política se refiere a una parte específica de esa totalidad. Sí, López Obrador pertenece a un sistema político, el mexicano, pero se distingue de la clase política mexicana por todo lo que aquí vengo comentando y por muchas otras cosas que le dan autoridad moral y estatura ética para criticar y combatir a la clase política mexicana. 
 
No he terminado mis observaciones a tu carta, pero por ahora el tiempo apremia, después concluiré mis observaciones. Mientras tanto sigue alimentando tu odio irascible contra López Obrador y morena, total, estás en todo tu derecho a discrepar. 
Antonio Degante 

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