La Izquierda Diario México o la centralidad de los medios de comunicación



La centralidad de los medios de comunicación masiva es obvia, tanto que su función social se encuentra analógicamente a la par de la función biológica de la respiración humana y no únicamente porque sea sostén de la estructura social vigente sino por la manera de operar, puesto que, al igual que sucede con la respiración, uno no es consciente de su función sino hasta que de algún modo se explicita dicha función. En efecto, la importancia vital de la respiración es de tal necesidad que la propia evolución bio-fisiológica le ha otorgado un estatuto cerebral tal, que no es menester para el organismo viviente encontrarse pensando todo el tiempo en el acto de respirar sino que éste respira sin ser consciente de dicho proceso; se podría decir,inclusive, que uno se olvida de que se está respirando, a menos que de algún modo se oriente al pensamiento hacia dicha función esencial, entonces, sabemos conscientemente que estamos respirando.


Así como la respiración, la función de los medios de comunicación masiva ha alcanzado tal necesariedad, es decir, un grado vital de importancia, que la forma en que opera se ha olvidado y sólo se la recuerda cuando de algún modo se orienta al pensamiento hacia dicha situación de hecho. Esta particularidad de la función que juegan los medios de comunicación masiva, es decir, la capacidad de su función para pasar desapercibida es aprovechada al máximo por aquellos agentes que se encargan de controlar qué tipo de mensajes se transmiten, de modo que, se intenta introducir en la denominada opinión pública un determinado pensamiento o una determinada orientación en los procesos mentales. Así, los destinatarios de los medios de comunicación masiva no son conscientes del proceso que se está operando a través de dichos medios sino hasta que de algún modo se hace explicito dicho proceso, por ejemplo, al momento de revelar la función social de los medios de comunicación o al momento de enunciar el objetivo específico de determinado mensaje.


Pero los agentes que controlan la distribución de la información, además de ser conscientes de la función de sus medios, son conscientes de los objetivos generales que persiguen, por lo tanto, también son conscientes de los distintos modos en que pueden llegar al cumplimiento de dichos objetivos. No debemos obviar que los agentes que controlan la distribución de información son integrantes o pertenecientes de una determinada clase social: la clase social de los propietarios, en este caso, propietarios de medios de comunicación masiva. De allí que, los mensajes que se transmiten a través de sus redes comunicacionales lleven la impronta de la clase social de los propietarios.


Si nos ubicamos en el campo político, nos damos cuenta de que, a pesar de la dispersión partidista, existen realmente dos posturas antagónicas: aquella que representa los intereses de la clase de los propietarios y aquella que intenta representar los intereses de la clase de los no-propietarios, esto es, la derecha y la izquierda. Dependiendo de los métodos, medios y modos que utilicen para lograr sus objetivos estratégicos pueden existir matices pero, siempre la realidad se impone y, lo hace de tal forma que, aunque los partidos políticos aleguen pluralidad, la tendencia lógica es hacia la polarización entre los intereses estratégicos de la clase de los propietarios y la clase de los no-propietarios. Esto es inevitable.


Por eso, los medios de comunicación, dependiendo de la postura política que adopten, responden ya sea a los intereses de una clase u otra. Como dice Pascual Serrano: “No existen la imparcialidad y la objetividad, como no existen los apolíticos… Si las propuestas políticas y sociales no son neutrales ni buenas para todas las personas y todos los intereses, tampoco las informaciones pueden serlo. […] Conceptos como neutralidad, objetividad y equidistancia solo son argumentos empresariales para ganarse la credibilidad de los ciudadanos y la complacencia de grupos de poder, anunciantes y publicistas que no quieren un verdadero debate sobre el mundo en el que vivimos.” (Contra la neutralidad. 2011).


Así, pues, la necesidad de medios de comunicación masiva de izquierda es incuestionable. Aunque, claro está, la clase dominante (la derecha) se encuentra a la vanguardia en la producción de tales medios, no obstante, existen algunos proyectos seminales tales como los canales Actualidad RT o Telesur, en el caso de México se encuentran algunos proyectos dispersos como Revolución 3.0, RompevientoTV, Aristegui Noticias, entre otros. Es en este tenor que se inscribe el proyecto de La Izquierda Diario México que hoy comienza en su edición para México. Esperamos que sea tan solo el comienzo de algo más grande e importante para nuestro país.


Antonio Degante

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