Sionismo y negación del holocausto nazi
“La conciencia del Holocausto [es en
realidad] un adoctrinamiento propagandístico oficial, una producción masiva de
consignas y falsas visiones del mundo, cuyo verdadero objetivo no es en
absoluto la comprensión del pasado, sino la manipulación del presente… la
memoria del exterminio nazi [llegó a convertirse] en poderosa herramienta en
manos de los dirigentes israelíes y los judíos del extranjero”
Boas Evron, “Holocaust: The uses of disaster”, 1983.
Hace poco, en una declaración sorprendente, un ex espía de
la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) reveló que los
“hombres de negro” sí existieron y que se trató, precisamente, de una
estratagema operada por la propia CIA para mantener ocupada la mente de las
personas con una distracción sensacionalista, de tal forma que las energías
mentales se desperdiciaran en una fantasía a cual más abyecta. Para redondear
ésta revelación, a través de la red social twitter, nos enteramos que la CIA
reconoció públicamente que los presuntos Objetos Voladores No Identificados
avistados durante la década de los 1950’s fueron en realidad aeronaves
militares estadunidenses en fase de experimentación, lo relevante del caso es
que ellos mismos (la CIA) a sabiendas del hecho, optaron por mantener oculta la
verdad mientras fomentaban que la opinión pública inventara toda clase de
historias entorno a supuestas naves extraterrestres, etc.
Esto demuestra que para el gobierno más poderoso del planeta
la cuestión ideológica (es decir, la falsa conciencia) es de tal importancia
que incluso la llevan al extremo de la ficción, usando para ello sus aparatos
de inteligencia, de tal modo que se permite y fomenta oficialmente la creación
de toda una gama de disparatadas fantasías que posibilitan dirigir y orientar
la atención y esfuerzos mentales de las personas hacia cuestiones absurdas. Es
la misma forma en que opera la industria del cine, todo un aparato
propagandístico-ideológico.
No me extrañaría que incluso se haya fomentado oficialmente
el funcionamiento de auténticas escuelas de producción ideológica ya que, como
se ha indicado, la ideología constituye un instrumento poderoso para dirigir y
orientar los esfuerzos mentales de las personas, debe deducirse que el objetivo
es garantizar una determinada forma de dominación, es decir, la ideología
garantiza la aceptación y reproducción a nivel psicológico de una específica
forma de relación social. Karl Marx y muchos otros autores, antes y después de
él, han estudiado suficientemente el tema de la ideología por ello no me
detendré mucho en la cuestión.
Pues bien, el sionismo es de suyo una ideología, pero
también es un movimiento político fundado sobre la base de tal ideología. La
característica principal de la ideología sionista es su acendrado y redomado
racismo, cuyo eje articulador bicéfalo y embrollado toma como determinaciones
esenciales los conceptos religiosos y étnicos comúnmente identificados con la
palabra “judío”. Así, para la ideología sionista, el “judío” es aquel integrante
del grupo humano cuya singularidad consiste tanto en su origen étnico como en
su conciencia religiosa. Debo aclarar que, desde que la ideología religiosa fue
superada, el sionismo puso mayor énfasis en la cuestión étnica y, para
robustecer esa posición ideológica, adoptó como paradigma un hecho histórico
innegable, cuya denominación académica es: el holocausto nazi.
El holocausto nazi hace referencia a un hecho histórico
acontecido en Europa, principalmente en la Alemania nazi de Adolf Hitler, pero
también en aquellos países anexionados, invadidos o aliados a los nazis. El
holocausto nazi se trató de una política de estado consistente en un plan
sistemático de limpieza étnica (recuérdese que el movimiento nazi fue un
movimiento supremacista basado en la determinación étnica), o sea, racista;
motivo por el cual en la Europa nazi se implementaron planes graduales de
prohibiciones legales, segregación étnica y, finalmente, exterminio masivo (hoy
se dirá válidamente que aquello fue un genocidio). Regularmente se suele
identificar al holocausto nazi como una política dirigida exclusivamente contra
“judíos”, siendo éste el grupo más numeroso que padeció tal atrocidad, pero en
realidad no fue el único grupo humano afectado por el holocausto nazi e
históricamente el holocausto nazi no reviste singularidad respecto de otros
genocidios cometidos a lo largo de la historia; precisamente el holocausto
sionista contra los Palestinos de hoy es tan único y al mismo tiempo tan igual
al holocausto nazi, ¡algo que cualquier ideólogo sionista es incapaz de
aceptar!
Sin embargo, para la ideología sionista resulta de la mayor
importancia dotar de una especial singularidad al holocausto nazi, por lo que
un hecho histórico particular trasladado a la ideología sionista se convirtió
en un poderoso instrumento ideológico, incluso, al fetichizar el hecho
histórico del holocausto nazi, se optó por escribir simplemente “Holocausto”
(con mayúscula), para denotar la singularidad del hecho, así, todo holocausto
anterior no pasó de ser acaso el recuerdo histórico de algún genocidio sin
importancia, en cambio, el “Holocausto” se refiere al holocausto nazi síntesis
del “odio milenario” contra los inofensivos “judíos”, etc…
Sin embargo, algunos investigadores y científicos serios han
cuestionado el carácter ideológico del “Holocausto”, al tiempo que han señalado
la utilización fetichizada (léase ideológico-propagandista) del hecho histórico
del holocausto nazi. No obstante, algunos embaucadores (quizá al más puro
estilo “hombres de negro” permitidos y fomentados oficialmente por los aparatos
ideológicos) han forjado toda una escuela negacionistadel holocausto nazi que,
lejos de cuestionar la fetichización de un hecho histórico, se han puesto a
negar el propio hecho histórico, lo que ha sido aprovechado por los ideólogos
del sionismo para robustecer su tesis sobre la singularidad del “Holocausto” y
lanzar su perniciosa campaña de denuncia contra un supuesto sentimiento
antisemita. Así, los aparatos de propaganda sionista acusan abiertamente de antisemita
toda postura crítica al “Holocausto” y pretenden igualar las patrañas
negacionistascon todo esfuerzo científico serio de crítica al uso político de
un hecho histórico, cuando no pueden refutar los argumentos contra la
fetichización ideológica de un hecho histórico, los sionistas no tienen más
remedio que recurrir a la patraña del antisemitismo.
A la manera de la CIA, con los cuentos de los hombres de
negro y las fantasías sobre OVNIs, el sionismo echa mano de los cuentos
negacionistas para acusar a los críticos del “Holocausto” que mediante
rigurosas investigaciones científicas han demostrado, por una lado, el uso
fetichizado del término “Holocausto” y, por el otro, la farsa sobre la
singularidad del holocausto nazi respecto de otros genocidios, lo que en ningún
modo significa negar un hecho histórico sino situar en su justa dimensión tanto
al holocausto nazi como a la ideología sionista del “Holocausto”. No sería
sorprendente descubrir que los propios sionistas han promovido y fomentado la
formación de la fantasía negacionista para usarla a favor de sus propios
intereses ideológicos. En este mundo no hay casualidades sino causalidades.
Antonio Degante
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